La Crisis en el Ejercicio del

Poder Democrático en los Andes


Smithsonian Institution

http://www.si.edu/

The Latin American Program

Woodrow Wilson International Center for Scholars

http://wwics.si.edu/organiza/affil/wilson/WWICS/START.HTM

Publicación Periódica NOTICIAS, Otoño 2000


Traducción libre realizada por Federico G. Salazar. Noviembre de 2000

En los albores de la cuestionada segunda vuelta de la elecciones presidenciales peruanas, y la aprobación del Senado de los Estados Unidos del paquete de ayuda de $ 1.3 millardos para Colombia, el Programa Latinoamericano del WWC realizó una conferencia de amplio rango explorando preguntas sobre el ejercicio democrático del poder en cuatro países andinos: Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. La Conferencia fue motivada por una creciente preocupación de que a través de toda la región, la continuada consolidación de la democracia no ha podido ser tomada como un hecho, y que la acumulación de la crisis política, económica y social puede precipitar un retorno a formas autoritarias de gobierno.

La mayoría de los participantes coincidieron en que hay una profunda crisis de gobernabilidad en la región Andina. Sin embargo, los panelistas también observaron que esas crisis varían en intensidad de país a país y están orientadas en diferentes contextos políticos y sociales. Varios panelistas mencionaron que los efectos de los programas de reestructuración económica, estructuras políticas anticuadas, y el aumento del tráfico de drogas - así como mal asesoradas estrategias para combatirlo - han contribuido a profundizar la crisis de la democracia.

Fernando Cepeda, profesor de la Universidad de los Andes en Bogotá y ex embajador de Colombia ante la OEA, describió una acumulación de varias crisis que se refuerzan entre sí, incluyendo el déficit de la representación política, declinación económica, ausencia de orden público, corrupción y generalizada impunidad. El contrastó el creciente debilitamiento de las instituciones democráticas con el creciente fortalecimiento de fuerzas no democráticas, incluyendo la guerrilla, fuerzas paramilitares y crimen organizado. Adrián Bonilla, director académico de FLACSO Ecuador, describió la política ecuatoriana como el más dramático caso de inestabilidad en América Latina, aunque sin descontar la violencia generalizada. Cinco gobiernos diferentes han tratado de manejar la crisis económica centrada por el impacto de la deuda externa y los acreedores domésticos del sistema financiero, pero las consideraciones políticas han impedido la implantación de programas de ajuste estructural.

La polarización sin precedente del Perú ha sido a la larga el resultado de la elección del Presidente Alberto Fujimori para un tercer período, de acuerdo a Carlos Basombrío, director del Instituto de Defensa Legal en Lima. La elección del Presidente Fujimori ha sido cuestionada por la Misión de Observación de la OEA y por otras delegaciones internacionales. Basombrío describió el futuro como de gran incertidumbre, dad el grado de soporte popular de Fujimori, la lealtad no jurada de las fuerzas armadas y los servicios de inteligencia, y la división de criterios dentro de la comunidad internacional de que tan vigorosamente debe oponerse al viciado proceso electoral. Mientras tanto, Michael Coppedge, profesor asociado del Instituto Kellogs de la Universidad de Notre Dame, atribuyó la pérdida de fe en Venezuela a los dos partidos políticos tradicionales a una significativa declinación en los estándares de vida después de 1978, seguido por un largo y continuo descenso. El describió la ausencia de controles y balances en el sistema presidido por el Presidente Hugo Chávez como nefasto para la democracia liberal, a través del dominio e intervención de la Corte Suprema, la Oficina de la Fiscalía General, el tribunal electoral y otras entidades estatales claves por grupos chavistas.

J. Samuel Fitch, profesor de ciencia política de la Universidad de Colorado en Boulder, describió varios nuevos desarrollos en Ecuador en los últimos dieciocho meses, incluyendo la intensificación de la crisis económica, la profundización de la deslegitimación de la democracia y la emergencia de un sector de las Fuerzas Armadas Ecuatorianas explícitamente orientado hacia una alternativa no democrática. El dijo que la confianza pública en las fuerzas armadas es alta en comparación con la pérdida de fe en los partidos políticos o el congreso; una encuesta en Enero del 2000 encontró que el 61% de las respuestas fueron en apoyo a una dictadura militar. En Venezuela, por otra parte, el Presidente Chávez ha llevado a una reforma a las fuerzas armadas y el sistema político creando una nueva constitución, de acuerdo a Miriam Kornblit, profesora de la Universidad Central de Venezuela y ex vicepresidenta de la Comisión Electoral Venezolana. En un intento por hacer desaparecer la autonomía de las secciones individuales del ejército, la nueva constitución se refiere al ejército como una entidad única, algo que ha causado significativas fricciones entre las fuerzas armadas. La nueva constitución también ha causado controversias con respecto al desarrollo y a las tareas de implantación social en el tema de la seguridad nacional, justificando el involucramiento de las fuerzas armadas en las actividades diarias. Francisco Leal, Decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Los Andes en Bogotá, describió la ineficiencia del ejército colombiano en detener la guerra de contrainsurgencia a raíz del fallo para adaptarse a los cambios en las tácticas y estrategias guerrilleras, así como por parte de los civiles para prever y definir las misiones militares. Los grupos paramilitares, dijo, han sido permitidos de extender su control territorial para compensar la propia ineficiencia militar. Leal dijo que el endurecimiento de los militares en el contexto democrático forzará a la guerrilla y los paramilitares a retomar sus posiciones en el actual proceso de paz, debido a los costos involucrados al perpetuar el conflicto armado.

Eduardo Gamarra, Director del Centro Latinoamericano y del Caribe de la Universidad Internacional de Florida, discutió las relaciones entre la crisis económica en la región Andina y la gobernabilidad democrática. El argumentó que las posiciones autoritarias y centradas en el gobierno favorecidas por Fujimori en Perú y Chávez en Venezuela contrastan con la cultura de consenso político en Bolivia, en donde los partidos políticos han jugado un papel fundamental. El 60% de la población andina que trabaja en el sector de la economía informal está fuera de la economía formal y de la vida política, y está demasiado ocupada por su vida como para participar en las organizaciones de la sociedad civil. Así mismo, Bruce Bagley, profesor de estudios internacionales de la Universidad de Miami, sugirió que los mayores fallos de los modelos políticos y económicos en la región han proveído campo fértil para las organizaciones criminales transnacionales. El incremento de la pobreza en las áreas rurales, incremento en la brecha del ingreso, desempleo, y la concentración de la tierra y el capital han producido una masiva migración desde las áreas rurales, restringiendo la capacidad de las áreas urbanas para brindar servicios. Esta situación se ha empeorado por las reformas neoliberales que eliminan la red de prestaciones sociales. De acuerdo a Bagley, un "viejo estilo" de políticos elitistas con sistemas de clientelismo político han fallado en incorporar nuevos actores, y han llevado a la decadencia institucional. Un reto clave en toda la región es manejar los efectos de la globalización de la mejor forma para no contribuir a la ingobernabilidad.

En una discusión final sobre los retos futuros, Catherine Conaghan, profesora de estudios políticos de la Universidad Queen de Canadá, puso el ejemplo de las transiciones del autoritarismo en el Cono Sur, en los cuales los movimientos civiles democráticos con soporte internacional crearon una crisis de confianza en el sistema. Ella enfocó Perú como un estudio de caso para el Hemisferio, a la luz de las resoluciones de la OEA para defender la democracia y las conclusiones de la Misión Observadora en el sentido de que las elecciones peruanas no han cumplido con los estándares internacionales. Llamó la atención sobre la Misión de OEA liderada por el Secretario General César Gaviria y el Ministro del Exterior de Canadá Lloyd Axworthy para recrear la sinergia entre el movimiento pro democrático en Perú y la comunidad internacional. Mientras tanto, Luigi Einaudi, socio decano del Diálogo Inter Americano y Asistente del Secretario General electo de la OEA, previno contra el tratamiento de la Región andina dentro de una sola estructura. El argumentó que a pesar de las cuestiones comunes como la pobreza, el racismo, la violencia, y la extensión del narcotráfico existente en todos los países, la mezcla particular de todos esos elementos en cada país en única. Las relaciones hemisféricas se caracterizan todavía por confrontaciones entre soberanías, que pueden ser vistas en una variedad de reacciones hacia la elecciones peruanas. El reto de la Asamblea General de la OEA reuniéndose en Windsor, Canadá es hallar el camino para no sacrificar los principios de la democracia mientras se permita a representantes del gobierno peruano a participar del consenso y entrar así en una situación de ambigüedad.


Federico G. Salazar

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