10. La Comunidad Internacional


A. El Estado como Actor Internacional

El Estado ha sido considerado el actor privilegiado en las relaciones internacionales, aunque el papel de los gobiernos nacionales resulta ser cada vez más reducido en la actualidad. La consolidación del estado como forma de organización política es una evidencia numérica, ya que desde 1945 a 1993 han pasado de 51 a 181 los miembros firmantes de la Carta de Naciones Unidas. El Estado moderno se encuentra ante desafíos muy grandes que lo colocan en una situación de crisis frente a nuevos actores, tal el caso de las organizaciones internacionales, la mundialización de la economía o el reforzamiento de firmas multinacionales, sin dejar de mencionar la proliferación de estados que supone un mismo concepto para referirse a realidades absolutamente diferentes [Barbé].

La creación de un sistema de Estados nace con el Tratado de Westfalia (1648) que da paso al monopolio de la autoridad política [creando la soberanía del monarca] sobre un territorio determinado, eliminando la posibilidad de una autoridad externa o superior. Los elementos constitutivos del Estado moderno son el territorio, la población y el gobierno efectivo sobre los dos primeros, gozando de la soberanía como estatus legal único, que lo diferencia de cualquier otro actor e iguala a los estados entre sí. Se consideran además, la soberanía interna que comporta la supremacía sobre cualquier otra autoridad existente entre la población o en el territorio y la soberanía externa que significa no supremacía sino independencia de cualquier autoridad externa. Es independiente, lo cual no significa que no esté sometido a reglas obligatorias que le son superiores, sino que no está sometido sin su consentimiento a ninguna autoridad que le imponga alguna obligación [Barbé].

La independencia objetiva de un estado alcanza todo su valor en el sistema internacional cuando es reconocida por los otros miembros del sistema. De manera genérica se puede decir que, desde las grandes descolonizaciones de los años sesenta, el ingreso de un estado recién nacido en el seno de la Naciones Unidas es el corolario de su reconocimiento por la comunidad internacional, siendo una especie de legitimación colectiva. Los principios sobre los que se basa el funcionamiento de Naciones Unidas se han visto habitualmente vulnerados, lo que está dando lugar a la revisión de algunos de ellos, tal el caso de la no injerencia. Entonces, más allá del criterio jurídico que define la soberanía, el enfoque funcional de las relaciones internacionales se centrará en la habilidad de cada entidad para movilizar recursos de cara a la consecución de objetivos determinados y en la capacidad de la misma para ejercer influencia sobre el comportamiento de otros actores del sistema internacional [Barbé].

La soberanía es un concepto relativo en términos de influencia internacional, y la capacidad (en términos de riqueza y pobreza entre otros) será un criterio determinante pero el poder en las relaciones internacionales es un fenómeno cada vez más difuso y más difícil de determinar en el entramado global del sistema internacional [Barbé].

Los actores internacionales constituyen un mundo similar al reino animal, encontrándose clasificación por su naturaleza, clase, número, funciones, etc. llegándose a hablar de clubes de estados: ricos, nuclearizados, exportadores de combustibles, militarizados, entre otros. Esto da lugar a hablar de jerarquías entre los estados. Caracteriza estas diferencias realidades tales como la edad del estado, su territorio (el planeta está dividido en 224 unidades) aunque el tamaño del territorio no es un valor per se, su ubicación y su riqueza, su población y calidad de la misma. Otros dos criterios clásicos son el tamaño económico y el tamaño militar de cada unidad política incluido su poder para matar aplicado al sistema bipolar de superpotencias, por ejemplo [Barbé].

Se establece entonces la jerarquía entre estados en el sistema internacional actual, en la base de los recursos del estado (territorio, población, riqueza, fuerzas armadas) distinguiéndose el poder como recurso (la base del poder) y el poder como relación (la influencia de un estado sobre los demás). Es decir, el poder sólo se puede entender como una relación entre estados y su estimación debe realizarse en las precisas circunstancias en las que la interacción tiene lugar. Da lugar a la definición de potencia en el sentido de quien establece las reglas de juego y dispone de recursos y capacidad de movilizarlos para defender dichas reglas [Barbé].

El equilibrio de poder entre las grandes potencias constituía el mecanismo estabilizador previo a la Segunda Guerra Mundial, el cual queda reducido desde 1945 a 1989 al sistema bipolar y actualmente se menciona la existencia de una potencia hegemónica, Estados Unidos, en un equilibrio inestable de difícil duración. En general, existen las superpotencias, las grandes potencias y las potencias medias. Las superpotencias, juegan un papel en el mundo bipolar, encargadas de establecer el equilibrio en el conjunto del sistema, no a través de la negociación diplomática sino a través de la disuasión nuclear mutua (poder de coerción) que constituye el recurso para generar bloques ideológico militares liderados por Estados Unidos y La Unión Soviética. Las grandes potencias se aplica a un grupo de países que cumplen funciones diferentes en el sistema (Francia, Gran Bretaña, China, Japón y Alemania) destacando su presencia económica, política y militar. Las potencias medias es el concepto más abarcador que recoge un grupo importante de países que destacan tanto en un ámbito particular de la vida internacional o en el nivel regional (México, Brasil, España, Italia) por su diplomacia activa, su presencia económica o militar [Barbé].

La vulnerabilidad de muchos estados (población enferma, falta de recursos básicos como el agua) relativizan la continuación de su forma de organización política, lo que aunado a la actividad de algunos actores transnacionales que burlan la soberanía de los estados y a la dimensión supranacional de los problemas medioambientales, podría llevarnos a pensar en la crisis del estado. Algunos de los principios básicos de su propia naturaleza como la no injerencia en los asuntos internos, empiezan a resquebrajarse. Para las próximas décadas se supone un desafío importante tanto para las potencias (responsables del papel que desempeñan) como para las Naciones Unidas encargadas de establecer y aplicar el código de conducta en un mundo cada vez más desigual y más conflictivo [Barbé].

 

B. La Organización de Naciones Unidas

En el mundo actual existe gran número de organizaciones internacionales, pero ninguna de ellas tiene significación comparable a las Naciones Unidas como intento para reformular las relaciones internacionales bajo las directrices de la paz, la solidaridad y el derecho internacionales. En 1919, al finalizar la Primera Guerra Mundial la comunidad internacional dio surgimiento a la Sociedad de Naciones, pero diversas circunstancias (ausencia de los Estados Unidos, agresividad de las potencias facistas, falta de sensibilidad para los problemas económicos y sociales) hicieron poco exitosa la experiencia, que se vuelve a intentar tras las Segunda Guerra Mundial (De Blas).

La voluntad de creación de las Naciones Unidas está presente en la Declaración de Washington de 1942 suscrita por 26 países, se reitera en la Declaración de la Conferencia de Ministros de Asuntos Exteriores de Estados Unidos, URSS y el Reino Unido celebrada en 1943 en Moscú, se va materializando en la reunión de Dumbarton Oaks de 1944, la Conferencia de Yalta de 1945 y tras la aprobación de la Carta el 26 de junio de 1945, las Naciones Unidas inician formalmente sus actividades el 24 de octubre de 1945 (De Blas).

El objetivo fundamental de las Naciones Unidas es el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales (Art. 1.1 de la Carta) y con base a ello es necesario fomentar las relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y a la libre determinación de los pueblos. Así mismo, superando los planteamientos de la Sociedad de Naciones, se declara una abierta sensibilidad para la cooperación internacional en la solución de los problemas internacionales de carácter económico, social, cultural y humanitario (De Blas).

El Art. 2 de la Carta consigna los siguientes principios de actuación: 1) Principio de igualdad de todos sus miembros; 2) cumplimiento de buena fe de las obligaciones contraídas por sus miembros; 3) compromiso de solucionar las controversias internacionales por medios pacíficos; 4) abstención del recurso de la amenaza o al uso de la fuerza en las relaciones entre los Estados pertenecientes a la organización; 5) compromiso de ayuda por parte de esos Estados a la Naciones Unidas, absteniéndose de prestar ayuda a cualquier Estado contra el cual la Organización estuviere ejerciendo acción preventiva o coercitiva; 6) no intervención de las Naciones Unidas en asuntos que sean esencialmente de la jurisdicción interna de los Estados (De Blas).

De estos principios se deriva la necesidad de la colaboración de todos los Estados para que los objetivos propuestos sean alcanzados, de manera que los imperativos morales juegan un papel decisivo a la hora de regular la suerte de la Comunidad Internacional. La Organización regular la admisión, suspensión y expulsión de sus miembros. Posee 6 órganos básicos: la Asamblea General, el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social, el consejo de Administración Fiduciaria, el Tribunal Internacional de Justicia y la Secretaría General. Además, la Carta prevé el establecimiento de otros órganos subsidiarios (De Blas).

La Asamblea General está integrada por los representantes de todos los Estados miembros y le corresponde considerar los principios generales de la cooperación en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, llamando la atención del Consejo de Seguridad hacia las situaciones que puedan amenazar esa paz y seguridad. Además, le corresponde promover estudios y recomendaciones en todos los campos de la cooperación internacional y adoptar las grandes decisiones que afectan la vida de la organización. La reunión ordinaria se lleva a cabo en el último trimestre del año pudiendo ser convocada a reuniones extraordinarias a petición del Consejo de Seguridad o de la mayoría de Estados miembros (De Blas).

El Consejo de Seguridad está integrado por 15 miembros, cinco de ellos permanentes (China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos, principales potencias aliadas en lucha contra el facismo) y el resto elegidos por la Asamblea General con un mandato de dos años. La distinción entre miembros permanentes y electivos confiere un carácter de privilegio a los primeros, por el veto que indirectamente les concede el Art. 27-3 de la Carta sobre cualquier cuestión distinta a las de procedimiento. El Poder más notable de este Consejo es el de decidir las medidas a emplear para hacer efectivas sus decisiones en defensa de la paz mundial, pudiendo llegar al uso de la fuerza. El Consejo debe funcionar de manera continuada y supone al margen de sus reuniones periódicas cuantas resulten convenientes para garantizar su responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales. Cualquier miembro de la Organización podrá participar en sus discusiones, sin derecho a voto, cuando considere que sus intereses están afectados por los temas a tratar (De Blas).

Significativa importancia tiene también el Consejo Económico y Social, integrado por 54 miembros, realiza estudios e informes relacionados con aspectos internacionales de carácter económico, social, cultural, educativo, sanitario, ambiental y temas conexos, pudiendo hacer recomendaciones al respecto. Dentro de sus competencias está el concertar acuerdos con organismos especializados y establecer relaciones con organizaciones no gubernamentales. Sus resoluciones se adoptan por mayoría simple de los presentes, observándose el criterio de conceder un voto a cada Estado representado (De Blas).

El Secretario General es elegido por la Asamblea General a propuesta del Consejo de Seguridad, preside la Asamblea General y tiene entre sus funciones llamar la atención de del Consejo de Seguridad sobre situaciones de conflicto, redactando todos los años un informe sobre las actividades de la Organización, así como nombrar al personal de la Secretaría de acuerdo a las reglas generales establecidas. La Organización recurre a órganos especializados para la realización de sus funciones, tal el caso de UNICEF (Fundación para la Educación de la Niñez), PNUD (Programa para el Desarrollo), UNCTAD (Conferencia para el Comercio y Desarrollo), PNUMA (Programa para el Medio Ambiente). Además existe el trabajo de las Comisiones creadas por el Consejo Económico y Social y el de aquellos organismos internacionales basados en pactos intergubernamentales ligados a la organización por acuerdos especiales, tal el caso de FAO (Programa para la Alimentación), UNESCO (Programas para la Cultura), FMI (Fondo Monetarios Internacional) , OIAC (Organización Internacional de Aviación Civil), entre otras (De Blas).


Citas:

BARBÉ, ESTHER

1994 El Estado como actor internacional: crisis y consolidación del sistema de estados. "Papers": Revista de Sociología. Comunidad Autónoma de Barcelona.

DE BLAS GUERRERO, ANDRES

1995 Del Estado Nacional a la Organización Internacional. En Introducción a la Ciencia Política, de Ramón García Cotarelo y Juan Luis Paniagua Soto, Compiladores. Universidad Nacional a Distancia. Madrid.

MARSH, DAVID & STOKER, GERRY

1995 Teoría y Métodos de la ciencia política. Alianza Editorial. Madrid.


Federico G. Salazar